Bayer, la venerable compañía farmacéutica alemana, hizo su primera fortuna a fines de la década de 1890 cuando comercializó tanto la aspirina como la heroína como remedios para la tos, el resfriado y el dolor. Muchas personas han visto las imágenes en las botellas de medicamentos de la marca “Heroína” de Bayer. Pero es menos conocido que Bayer promovió la heroína para su uso en niños. Para la tos, resfriados e irritación, hasta 1912. En 1899, los pacientes estaban desarrollando una “adicción” a la heroína y claro los clientes en los Estados Unidos reclamaban más. El problema estaba empezando a aflorar como un problema social.