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Hace 10 años, Nadia Alejandra Muciño Márquez, de 24 años, apareció muerta, parcialmente colgada en el baño de su casa, en Nicolás Romero, estado de México. Tenía 3 cordones atados al cuello. Uno de éstos, de color verde, estaba tan apretado que se le había enterrado en la carne. Sus hijos de cuatro y cinco años declararon que su papá, Bernardo, y el tío paterno, Isidro, apodado Matute o Matote, la mataron. Bernardo se escapó, pero Matute fue sujeto a proceso. Tras un juicio y apelación fue puesto en libertad. Actualmente Bernardo está detenido y la moneda está en el aire. La noche del 12 de febrero de 2004, los tres hijos de Nadia, Juan, de cinco años; José, de cuatro y Adela, de dos —sus nombres fueron cambiados para proteger su identidad—, tocaron a la puerta de la vecina para pedir un cerillo y prender una vela. Adela estaba desnuda, envuelta con una camisa del padre llena de sangre y uno de los niños llevaba las botas al revés. La vecina, desconcertada, les preguntó por su mamá
esparta, 10 years ago
Déjenme _adivinar_.... ¿sucedió en provincia?