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Escuchaba esta mañana en la radio que la ministra Pajín iba a proponer en el Consejo de Ministros que se ha realizado hoy una reforma del Código Civil para poder privar de la custodia a los imputados por un delito de malos tratos. Pues bien, la Ministra ha propuesta y el Consejo de Ministros ha dispuesto que dicha reforma se lleve a cabo. Ante este hecho pueden abrirse varias preguntas, aunque para mí la más interesante e importante es ¿qué pasa con la aplicación del principio de presunción de inocencia? Una vez más, este principio se ve conculcado por un globo sonda de un Ministro o Ministra con ánimos populistas. No hay duda de que la violencia de género es una lacra que toda la sociedad entera debe tratar de eliminar sin excusas. Ante el maltratador la Ley (y los demás operadores jurídicos) debe actuar con todo su peso, pero eso es: ante el/la maltratador/a, es decir, aquella persona que ha sido condenada por Sentencia como culpable de un delito de malos tratos o de violencia de género. Mientras se está imputado por unos cargos penales debe regir en todo momento la presunción de inocencia, pues sino en el momento de admitir a trámite la demanda recae en el Juez de Instrucción o de Violencia contra la Mujer una decisión importante y que puede marcar el íter del proceso judicial : la de sustraer la custodia de los menores al progenitor presuntamente culpable. Deberemos esperar para ver como se elabora dicha reforma y las opiniones jurídicas que se tendrán en cuenta, pero desde mi humilde ventana declaro que es una injerencia más de la Administración en su voracidad de controlar todo. Los malos tratos, y en especial la violencia de género, son una lacra que se debe eliminar con esfuerzo, educación y buena voluntad. Un exceso de leyes, no implica un mayor cumplimiento de las mismas.