El futbol mexicano no volverá a participar en competencias organizadas por la CONMEBOL como la Copa América, la Copa Sudamericana y la Copa Libertadores, toda vez que la Federación Mexicana de Futbol rompió sus relaciones con la Confederación Sudamericana de Futbol. Esto al menos hasta que no entable negociaciones con el organismo sudamericano, dejando abierta la posibilidad de un nuevo acuerdo.